La grave crisis que atraviesa el transporte público en la Argentina no es una novedad. El desguace de la red ferroviaria, que se intensificó a partir de la década del ´90, no se limitó a poner fuera de servicio muchos ramales que comunicaban las más alejadas localidades del interior del país, sino que, a nivel metropolitano, el transporte de pasajeros, como consecuencia de la falta de inversiones de los concesionarios del servicio, desembocó en una crisis cuyo cénit se manifestó en la tragedia de Once. Otro tanto ha ocurrido con la red de subterráneos por el mismo motivo: la falta de inversiones.
El servicio de colectivos –de larga y corta distancia- y otros medios de transporte (vgr. Taxis y remises) no son ajenos a la alta siniestralidad que afecta a todo medio de transporte (por deficiente señalización, imprudencia de otros conductores, etc.), sumándose, asimismo, aristas que le son propias, como la falta de control de los organismos destinados a tal fin, las paupérrimas condiciones de trabajo de los conductores, cumpliendo –muchas veces- jornadas más extensas de lo permitido.
Si fue víctima de un accidente que involucró a un medio de transporte público, se recomienda llamar al 911 y permanecer en el lugar del hecho.
En el caso de observar actitudes negligentes por parte de choferes, se debe realizar la denuncia en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) – 0800 – 333 – 0300 (de lunes a viernes de 8 a 20 horas)- o en la comisaría correspondiente, si se cometió una infracción grave.